A la vuelta de Navidad volví al curso con dos ideas fijas: Quería regalarle un cuadro a mi hermano pequeño, algo que le gustase y fuese a poner en su habitación, también quería inmortalizar a nuestro adorado Grissi (nuestro gato korat) así que estaba claro: El cuadro que le regalaría a mi hermano sería un cuadro de nuestro gato.
Como tenía fotografías muy chulas de Grissi y quería darle un aire diferente, decidí usar la técnica que ya había usado para los retratos de estilo pop art. Este fue el resultado:
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